Inferencias desde el tarifazo
La sociedad cubana ya no es la misma de décadas atrás. Años de precariedad, resistencia y sufrimientos nos han hecho más conscientes de la necesidad de involucrarnos en la solución de nuestras dificultades. Nos muestra que, a pesar de la falta de una vertebración eficaz y activa de nuestra sociedad civil, hay muchos sectores de la población ―donde ahora han resaltado esperanzadoramente los estudiantes― que han desarrollado un sentido de crítica, participación y negociación para solventar sus intereses vitales.
La vía legal de la oposición cubana: camino inoperante bajo la dictadura
Una parte de la oposición cubana ha abogado por un enfoque legalista para promover cambios políticos en la Isla. Dicha estrategia busca aprovechar los mecanismos contemplados en las leyes con la esperanza de abrir espacios democráticos. Sin embargo, la evidencia acumulada mediante la práctica sugiere que confiar exclusivamente en ese camino es, a estas alturas, una propuesta trasnochada por ineficaz. El régimen hace la ley… y la manipula a su antojo.
Alerta: no dejarnos confundir
Lo que sucede en Cuba se trata de un conflicto en el que se defiende o denigra a la nación cubana, porque como siempre ha sucedido en la historia, los grandes beneficiarios no tienen patria, sino intereses, que radican en cualquier lugar donde estén a salvo sus bolsillos y sus vientres.
Habitantes de la calle en Cuba: entre la negación oficial y la realidad
Las personas sin hogar en Cuba, como seguramente en cualquier otro sitio, no están en esa situación por elección. Son el resultado de una cadena de factores: pobreza estructural, políticas públicas fallidas o inexistentes, eufemismos que desdibujan, criminalización de la vulnerabilidad. El uso de expresiones como «conducta deambulante» maquilla el problema.
La rebelión cívica nacional del 11 de julio: Antes, durante y ahora
Debemos repensar las estrategias y recrear los escenarios, para capitalizar sobre la enorme cantidad de lecciones valiosas que se desprenden del 11J, de forma tal que lejos de sorprendernos por un nuevo estallido, seamos capaces de enrumbarlo de forma efectiva. Hay un fantasma que recorre la Isla, y es el de la construcción de una identidad alternativa al castrismo, con carácter nacional y popular. El 11J cayeron los mitos y se comenzaron a construir nuevas realidades.
El estallido social del 11 de julio y la persistencia de la memoria
En estos cuatro años post 11J, el respaldo popular al gobierno ha mermado notoriamente. Ante esa realidad, temen no contar con que el pueblo salga a defenderlos. Nosotros, el «antipueblo», cada vez somos más. Y las experiencias del 11j, las positivas y las negativas, continúan latentes.
A propósito de «Palabras a los intelectuales»
Fueron las «Palabras a los intelectuales» el punto de partida para la exclusión política y ciudadana, y establecieron las bases para la censura que nos ha regido por más de sesenta años. Seguirla colocando como epicentro de la vida del intelectual revolucionario, es continuar distorsionando la memoria histórica.

¿Por qué la Noviolencia?
¿Por qué la noviolencia? ¿Por qué es más relevante hoy que nunca? Porque las guerras generalmente no eliminan las dictaduras sino, en el mejor de los casos, a los dictadores. En la mayoría de los casos lo que hacen es redistribuir los escenarios de poder violento. Por el contrario, los escenarios de acción noviolenta promueven la modernidad, con la aparición de una ciudadanía pro activa. Es esta transformación a partir del individuo lo que define la misión y visión de este tipo de lucha.

Las lecciones de mayo
Sin las válvulas de salida que eran la emigración y la conexión a internet, que funcionaba como una especie de exilio interno, hemos perdido dos lastres importantes que ralentizaron por mucho tiempo la participación cívica de la ciudadanía cubana. Como bien dijo el novelista norteamericano Charles «Chuck» Palahniuk: «solo después de perder todo eres libre para hacer cualquier cosa».

Autonomías libres: el país que se irá reconstruyendo entre todos
¿Qué condiciones mínimas permitirían activar cada autonomía en Cuba sin esperar un cambio de régimen, y cómo pueden protegerse de la cooptación o la represión? ¿De qué manera pueden las comunidades cubanas identificar su lugar dentro de este sistema sin caer en fragmentaciones, ni en reproducciones del mismo verticalismo que intentamos superar? ¿Puede una Constitución de facto nacer del tejido autónomo y ciudadano, sin depender de una asamblea oficial ni de un poder constituido?
El dilema cubano: trascender o colapsar
El hambre por sí sola no hace a los rebeldes, es la conciencia de que es posible cambiar las cosas, negarse a aceptar y esperar pasivamente que las soluciones vengan desde afuera, o desde arriba. Hay que aprestarse antes de que sea demasiado tarde. Como decía el filósofo y ensayista español cuya frase encabeza este texto: «El pasado no nos dirá lo que debemos hacer, pero sí lo que deberíamos evitar».

¿Vuelve a FEU de José Antonio?
No creí en la supuesta FEU aparecida como parte de la puesta en escena. No era la de José Antonio y no consiguió engañarme. Creo, sí, en estos jóvenes que, con inteligencia y valentía, sin groserías ni vandalismos, por medios pacíficos, han demostrado que no todo está perdido para nuestro país. Hay que agradecerles, sobre todo, la chispa de esperanza que han significado para los más viejos.

El juicio de los estudiantes: memoria, universidad y responsabilidad cívica
La Cuba de hoy requiere de sus estudiantes el esfuerzo mayor de una educación que pagan con desvelos y angustias perennes. Atrapados entre el «irse ahora o después», azorados ante el colapso de un proceso en interminable descomposición, que se aferra a un poder pírrico, los estudiantes han tomado su lugar como importantes actores de transformación.

La última patria que nos están quebrando
Lo hecho ya es histórico, en toda la propiedad de la palabra. Como son históricos el 27 N, y el 11J y los días en que, en cualquier barrio de cualquier recóndito municipio cubano, se levantaron sus pobladores a exigir agua, electricidad, comida, Libertad. El almanaque, poco a poco, se va incendiando de fechas nuevas. Y cuando un pueblo comienza a renombrar su tiempo, vuelve a conquistar la dicha de su espacio.

¿Por qué apoyo el paro estudiantil?
Dirijo estas líneas a los miembros del cuerpo docente, instándolos a una mayor coherencia en su actuar. La pregunta pertinente no debería ser: ¿Por qué debería uno apoyar la huelga estudiantil? La interrogante más acuciante y lógica es: ¿Por qué, habiendo considerado los hechos, no habría de apoyarla?

El derecho a conectarse: cuando los estudiantes dicen basta
Este movimiento no es solo una protesta técnica, es una denuncia estructural. La dirigencia cubana no es un «buen gobierno»: impide el despliegue de libertades, frena el desarrollo, y reacciona con represión ante el disenso legítimo. Los sistemas políticos no se derrumban por guerras mediáticas, sino cuando no satisfacen las necesidades de sus sociedades y estas dicen basta.

Me gustan los estudiantes
La más importante victoria ya se ha conseguido, que es el desplome del mito de la impenetrabilidad de los espacios universitarios en virtud de un infalible control por parte de las mal llamadas «organizaciones políticas y de masas». También se derrumbó la falacia de la asociación del espíritu universitario con la fidelidad al sistema, aquel horrible lema de «la Universidad es para los Revolucionarios».

Jóvenes y carreras militares en Cuba ¿Orientación vocacional o seducción venal?
Ante la desmotivación que existe entre los jóvenes, las instituciones militares realizan desesperados intentos por convencerlos para que ingresen en sus filas. A los jóvenes estudiantes les fueron mostrados en ese lugar enormes almacenes repletos de artículos, ropa, calzado y electrodomésticos, como incentivo de los beneficios que podrían recibir si decidieran ingresar en carreras militares, todo ello vendido a precios módicos, según se les comunicó.

Manuel Cuesta Morúa: disidencia, nación y la larga marcha hacia la democracia
En los totalitarismos y en las autocracias la legalidad sirve solo como premisa, exactamente porque ellos viven, se sostienen y sobreviven en una permanente tensión con su propio orden legal y constitucional. Desde él tienes que construir y consolidar entonces un movimiento político que te permita llegar, de la ley a la ley, al pleno Estado de Derecho.

Revolución y gratitud
La Revolución la realizó el pueblo pensando en que el objetivo era mejorar sus condiciones de vida; en consecuencia, es inadmisible que se viva mucho peor bajo ella. Luego, no es el pueblo el que debe agradecer a cualquier precio a una estructura política denominada demagógicamente «Revolución», pues ha sido el pueblo el ejecutor de las transformaciones entendidas como revolucionarias, a la vez que ha sido el paciente sujeto de todas las vicisitudes y penurias.