¿Ideología o vida?
La ideología debe servir a la vida. No es la vida la que debe ofrecerse como sacrificio en el altar de la ideología. ¿Cómo asumir, celebrar y defender una ideología que en la práctica no permite una existencia más benévola y provechosa? Por mucho trabajo de catequesis que se haga, tales ideas no se convertirán en convicciones en la conciencia de las personas, pues no hallarán su sentido útil.
El pensamiento político de la decencia
El pensamiento democrático cubano tiene que existir en contraposición con la criatura anodina, obediente, simplona y feroz a la que mutó el pensamiento político en su relación periférica y difícil ―angustiosa si se quiere, pero también venal― con el poder sin límites, cuando dejó de hacer lo primero y más importante que necesitábamos en Cuba: pensar.
El derecho de queja y petición en Cuba: de la promesa a la simulación
Una simple ojeada revela que ninguno de los derechos postulados en la Carta Magna es garantizado sobre la base del respeto a los derechos de los demás como límite primario para su ejercicio. En su lugar, se prioriza el interés de una cúpula por continuar en el poder. Muchos ejemplos pudieran comentarse, pero este análisis solo aborda el derecho de queja y petición.

De cuadro a puente: autocrítica desde la Cuba que fue
El sistema pierde por días las garras sobre la sociedad, que cada día se hará más autónoma y transnacional. Liderar no es mandar, es liberar. Y Cuba necesita menos cuadros y más puentes. Cuba se puede reconstruir, pero no desde la geometría torcida del miedo. Sino desde la arquitectura íntegra de la esperanza.

Utilidad y justeza de la manifestación cívica
El mejor antídoto para evitar acciones públicas de insatisfacción y reclamo es, en primer lugar, el desempeño honesto, sistemático y eficiente del gobierno para proporcionar las mayores posibilidades de realización material y espiritual a sus ciudadanos, según sus propias aspiraciones y no según un proyecto ajeno y desconectado de los anhelos de las personas.
El régimen autófago
La del régimen cubano es la «crónica de una muerte anunciada». No obstante, como se ha visto, es muerte doble: primero muere la sociedad que es parasitada, después morirá el régimen parásito. Si la tendencia no se revierte, cuando el régimen colapse quedará poco que salvar.
Una República para todos. ¿Sueño imposible?
¿Es posible materializar el sueño martiano? ¿Qué la palabra honesta y la posibilidad de pensar y decir diferentes no sean realidades excluyentes, sino la praxis de nuestra sociedad? Hoy no lo parece. Para que en Cuba renazca la esperanza, debemos despertar como ciudadanos.

La libertad y la expresión en libertad
La libertad de expresión viene a ser el componente más perceptible y distintivo de una verdadera libertad. Por todo lo que constituye en el desarrollo de una conciencia cívica efectiva y provechosa, por lo que coadyuva a una coexistencia armoniosa, por lo que genera en el respeto y en la conciliación entre perspectivas diversas.

Por qué salir del bucle del subdesarrollo político en Cuba
La configuración de un potente y cerrado dispositivo legal e institucional que desactivaba y tornaba inaccesibles e inocuos los derechos, libertades y garantías reconocidos constitucionalmente, fue apenas un boceto que sugería a la perfección el perfil final del modelo de poder: su forma de Estado Despótico de Derecho.
El blindaje antidemocrático del sistema político cubano
Lejos de ser el soberano, el rol del pueblo se reduce al de espectador en el gran teatro de una hipotética «democracia socialista», pues no dispone de herramientas reales para incidir en las decisiones que afectan su existencia. ¡No es casualidad! Es resultado de un diseño meticuloso y progresivo para garantizar el control absoluto del poder.
Constitución de 2019: un cadáver que cumple seis años
La Constitución cubana de 2019 es un cadáver político: un texto formalmente vigente, pero carente de vida jurídica. Su inoperancia práctica demuestra que en los regímenes autoritarios, las constituciones son instrumentos de simulación. No basta con que los derechos estén escritos: deben poder reclamarse, ejercerse y defenderse.
El modelo de poder de la exclusión y el subdesarrollo político en Cuba
El modelo de poder instaurado y gestionado en Cuba está destruyendo, en su decadencia y en la tremenda complejidad de sus contradicciones, a un modelo de sociedad, a sus concreciones y éxitos más notables.

Los pilares para una verdadera transición en Cuba
No se pueden eliminar las cuentas públicas de un borrón, ni puede licenciarse a un ejército de la nada, ni es posible anular «de un golpe» todas las leyes y sacarse de la manga una Constitución y pretender que funcione. Tal secuencia no traería la «restauración de la democracia», sino la extinción del Estado cubano.

Notas sobre la exclusión política en Cuba (1959-2019)
Hasta hace pocos años, proclamar ―fuera o dentro del país― la legitimidad de la exclusión política de cualquier cubano era una cuestión no solamente fácil, sino también generalizada. Se acudía al falso dilema del «nosotros contra ellos» y el «ellos contra nosotros».

Rebelión en la Granja y la perversidad del poder en Cuba
En la Cuba actual, donde el pueblo lucha contra la opresión disfrazada de Revolución, la sátira política que es Rebelión en la Granja deviene recordatorio de que la libertad no se concede; se conquista. Es una llamada a cuestionar, a resistir y, sobre todo, a no aceptar nunca que «algunos sean más iguales que otros».

¿Revolución sin evolución?
Se nos sigue exhortando al sacrificio «por la Revolución». No es nada nuevo, una y otra vez hemos escuchado esta solicitud, pero ¿qué sentido tiene sacrificarse si no se ven los resultados?

Sin Prometeo. Notas sobre el diálogo de los excluidos en Cuba
¿Quiénes son los excluidos en Cuba? ¿Qué sociedad quieren los excluidos, que visiones comparten de ella? ¿Por qué necesitan dialogar los excluidos sobre todas las formas de exclusión, su proscripción y la conquista del derecho a la igualdad política? ¿A qué escala tienen que concretar ese diálogo los excluidos para que sea eficaz?

Gobierno cubano, excarcelaciones, autogoles…
Nuestros gobernantes no ignoran el sentimiento de repulsa de la población hacia su forma de conducir los destinos del país. Si faltos de información no están, ¿su propio discurso los ensordece al punto de no oír las voces de quienes reclaman, advierten, se quejan o aportan ideas?

Renuncia
No se trata de cambiar cargos y nombres; es necesario pasar la página del gobierno inepto y el sistema disfuncional, hacia otro democrático y participativo, en el que el concepto de soberanía sea el ejercicio del mando por el pueblo. Y el soberano, lo sabemos, no delega sus atribuciones.

Cuba: el camino hacia el cambio y sus emboscadas
El conflicto real en Cuba, nuestro drama nacional, la verdadera disyuntiva, no es entre izquierda o derecha, sino entre dictadura o democracia. Terminó el siglo del Partido Comunista. Debe iniciar el siglo de la ciudadanía cubana.