
El juicio de los estudiantes: memoria, universidad y responsabilidad cívica
La Cuba de hoy requiere de sus estudiantes el esfuerzo mayor de una educación que pagan con desvelos y angustias perennes. Atrapados entre el «irse ahora o después», azorados ante el colapso de un proceso en interminable descomposición, que se aferra a un poder pírrico, los estudiantes han tomado su lugar como importantes actores de transformación.

La dignidad ya ha vencido el miedo. Los estudiantes no están solos
Lo que comenzó como un reclamo legítimo por la justicia económica y el acceso equitativo a la información, se ha transformado, por decisión del poder, en motivo de persecución y hostigamiento contra quienes alzaron la voz. La comunidad académica, dentro y fuera de Cuba, no debe ser cómplice del atropello. La universidad no es —aunque en Cuba durante décadas ha funcionado como tal— brazo de la represión, sino espacio de libertad.

La última patria que nos están quebrando
Lo hecho ya es histórico, en toda la propiedad de la palabra. Como son históricos el 27 N, y el 11J y los días en que, en cualquier barrio de cualquier recóndito municipio cubano, se levantaron sus pobladores a exigir agua, electricidad, comida, Libertad. El almanaque, poco a poco, se va incendiando de fechas nuevas. Y cuando un pueblo comienza a renombrar su tiempo, vuelve a conquistar la dicha de su espacio.

¿Por qué apoyo el paro estudiantil?
Dirijo estas líneas a los miembros del cuerpo docente, instándolos a una mayor coherencia en su actuar. La pregunta pertinente no debería ser: ¿Por qué debería uno apoyar la huelga estudiantil? La interrogante más acuciante y lógica es: ¿Por qué, habiendo considerado los hechos, no habría de apoyarla?

Aureliano Sánchez Arango: el gran opositor
¿Cómo es posible modificar tanto la imagen de una figura ante los ojos de la historia? Aureliano Sánchez Arango es uno de esos raros casos donde la víctima de una difamación ha tenido que defenderse cada mañana. Tomo el celular y escribo a Lela Sánchez, su hija: ¿Qué no le perdonan a Aureliano?

El derecho a conectarse: cuando los estudiantes dicen basta
Este movimiento no es solo una protesta técnica, es una denuncia estructural. La dirigencia cubana no es un «buen gobierno»: impide el despliegue de libertades, frena el desarrollo, y reacciona con represión ante el disenso legítimo. Los sistemas políticos no se derrumban por guerras mediáticas, sino cuando no satisfacen las necesidades de sus sociedades y estas dicen basta.

Me gustan los estudiantes
La más importante victoria ya se ha conseguido, que es el desplome del mito de la impenetrabilidad de los espacios universitarios en virtud de un infalible control por parte de las mal llamadas «organizaciones políticas y de masas». También se derrumbó la falacia de la asociación del espíritu universitario con la fidelidad al sistema, aquel horrible lema de «la Universidad es para los Revolucionarios».

Jóvenes y carreras militares en Cuba ¿Orientación vocacional o seducción venal?
Ante la desmotivación que existe entre los jóvenes, las instituciones militares realizan desesperados intentos por convencerlos para que ingresen en sus filas. A los jóvenes estudiantes les fueron mostrados en ese lugar enormes almacenes repletos de artículos, ropa, calzado y electrodomésticos, como incentivo de los beneficios que podrían recibir si decidieran ingresar en carreras militares, todo ello vendido a precios módicos, según se les comunicó.

Declaración por la Dignidad y la Justicia
No merecemos ir a prisión; como no lo merecían los cientos de presas y presos políticos que han hecho ejercicio de sus derechos a la libertad de expresión y de manifestación pacífica para interpelar a un gobierno que los ignora y aplasta. Tampoco deseamos ir a prisión; pero estamos dispuestas a correr los riesgos necesarios para hacer válido el ejercicio de nuestros derechos.

Manuel Cuesta Morúa: disidencia, nación y la larga marcha hacia la democracia
En los totalitarismos y en las autocracias la legalidad sirve solo como premisa, exactamente porque ellos viven, se sostienen y sobreviven en una permanente tensión con su propio orden legal y constitucional. Desde él tienes que construir y consolidar entonces un movimiento político que te permita llegar, de la ley a la ley, al pleno Estado de Derecho.

Revolución y gratitud
La Revolución la realizó el pueblo pensando en que el objetivo era mejorar sus condiciones de vida; en consecuencia, es inadmisible que se viva mucho peor bajo ella. Luego, no es el pueblo el que debe agradecer a cualquier precio a una estructura política denominada demagógicamente «Revolución», pues ha sido el pueblo el ejecutor de las transformaciones entendidas como revolucionarias, a la vez que ha sido el paciente sujeto de todas las vicisitudes y penurias.

Callar es permitir y permitir es ser cómplices
El caso fabricado por la Fiscalía cubana contra las ciudadanas e intelectuales Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja Torres es un acto claro de criminalización del disenso, que confirma —una vez más— la voluntad represiva del régimen cubano y su total desprecio por los derechos humanos. Ante tal acto, a los cubanos de bien les recordamos: callar es permitir y permitir es ser cómplices.

El verdugo en el espejo
La oposición cubana se define por negación del régimen, más que por la construcción propia de un horizonte alternativo. Necesita proyectarse no solo como «lo que no es el castrismo», sino como la semilla de una Cuba democrática. Ello implica, entre otras cosas, construir una estética propia del respeto, cultivar prácticas organizativas que no reproduzcan el verticalismo del régimen, y asumir que sin base social no hay proyecto posible.

Internet sin permiso
Mientras persiguen a ciudadanos comunes, permiten que redes de supermercados en línea y empresas con dueños privilegiados operen Starlink con libertad. Un doble rasero que delata no solo hipocresía, sino también temor. El acceso autónomo a la nube les erosiona el monopolio informacional y por eso reaccionan con violencia administrativa.

El hombre que hablaba con las hormigas
Pienso en Pepe Mujica, que dijo adiós hace unos días, casi al cumplir los noventa años y dejando tras de sí una estela conmovedora, y no puedo evitar la pena por mi Isla, ese rasguño de tierra en el Mar Caribe que lo inspiró en su etapa de guerrillero. Ay, San Pepe de la Chacra, si por un toque divino, de revolucionario auténtico, pudieras enseñar a nuestros burócratas gobernantes el lenguaje de las hormigas.
Una República para todos. ¿Sueño imposible?
¿Es posible materializar el sueño martiano? ¿Qué la palabra honesta y la posibilidad de pensar y decir diferentes no sean realidades excluyentes, sino la praxis de nuestra sociedad? Hoy no lo parece. Para que en Cuba renazca la esperanza, debemos despertar como ciudadanos.

Fundación, fracturas y lecciones de una República imperfecta
Si no hubo entre 1898 y 1902 una transición violenta ―luego de tres años de breve, pero intensa guerra independentista/civil―, en medio de un país arruinado, insalubre, sin medios económicos, a merced de la migaja extranjera; no tiene por qué haberla en una Cuba actual. Las verdaderas ideas martianas no son las que ampararon a los excesos de 1959, sino las que los impidieron en 1898.

Nada personal
No es ético gobernar durante tantos años para que el altruismo del pueblo termine convertido en el hambre de muchos y el enriquecimiento de pocos. La tacita de oro que tanta sangre costó, está en peor estado que el 31 de diciembre de 1958, y la realidad sugiere que el gobierno continúa prefiriendo denunciar un culpable antes que resolver el problema.
Presagio
Al igual que sucede con la Ciudad de los Muertos que se construyó para cobijar los restos mortales del Almirante de la Mar Océana, desde cualquier ángulo es perceptible el declive de la sociedad cubana. La necrópolis alguna vez valorada como una de las más importantes de América, hoy no es más que un presagio de la muerte de la nación con la que comparte su historia.

Cuando los intereses pesan más que la justicia: Cuba ante la diplomacia europea
Pido al mundo reconozca la gravedad de lo que ocurre en mi país. Declaraciones como las escuchadas en el Parlamento Europeo se hacen cómplices indirectas de nuestro drama nacional. La diplomacia no será el arte de lo ideal, como afirmó la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, pero no debería ser tampoco el arte de la iniquidad.