La transición o cambio político. Aproximaciones teóricas y escenarios en Cuba
Los escenarios para una transición política en Cuba de mayor probabilidad en el corto plazo son la Continuidad Autoritaria Reforzada y las Reformas Parciales Controladas, dado el expertis de readaptación de las élites políticas y militares cubanas, su eficiente vigilancia de la cohesión y lealtad intra-élite, los efectos disuasivos de su capacidad represiva y el estricto control de la información pública.
Cuba en el espejo: lo que otros regímenes enseñan sobre el futuro político cubano
La experiencia de países que en su momento parecían atrapados en regímenes cerrados, demuestra que la presión social y las coyunturas internacionales pueden abrir espacios para un cambio real. Para la sociedad civil cubana, los resultados implican la necesidad de estrategias que abarquen todas las dimensiones de una democracia robusta.
Para los excluidos, el horizonte es la democracia
Hasta ahora, como dijera Natalia Ginzburg, «conocemos bien nuestra cobardía y bastante mal nuestro valor». Para un movimiento de los excluidos en Cuba, el diálogo para conquistar la igualdad es inevitablemente político, pero nuestro horizonte es la democracia. Solo así obtendremos el respeto que merecemos como ciudadanos y dejaremos de recibir el escaso y duro pan de los súbditos, el desprecio. Nosotros podemos lograrlo.
Cuba: Escenarios, retos, riesgos y peculiaridades de cara a la transición
La primera transición que debe ocurrir en Cuba es dentro del activismo, pasar de individualidades a campañas, diseñadas en base a escuchar lo que dice la gente a voz en cuello. Constantemente hay personas transitando de zonas de indiferencia a zonas de activismo, el potencial humano crece todos los días a ojos vistas.
Memoria y Futuro: Cuba en transición
Toda transformación democrática requiere preparación de la ciudadanía, y creación de instituciones y normativas legales encaminadas a esos fines. La historia enseña que las transiciones no se improvisan y que su éxito depende de la capacidad de aprender, dialogar y actuar con responsabilidad. Memoria y Futuro es una invitación a construir desde el presente los fundamentos de una Cuba justa, libre y democrática.
Fundación, fracturas y lecciones de una República imperfecta
Si no hubo entre 1898 y 1902 una transición violenta ―luego de tres años de breve, pero intensa guerra independentista/civil―, en medio de un país arruinado, insalubre, sin medios económicos, a merced de la migaja extranjera; no tiene por qué haberla en una Cuba actual. Las verdaderas ideas martianas no son las que ampararon a los excesos de 1959, sino las que los impidieron en 1898.
Reinvención del negocio del conflicto cubano: adaptabilidad ante el cambio de paradigma geopolítico
El conflicto como negocio ha perdido rentabilidad estructural. Es tiempo de archivarlo. Repolitizar la ciudadanía sin partidismos, en el pensamiento cívico, reconectar la diáspora sin prejuicios, y reconstruir sin repetir. Esa es la invitación.
Los pilares para una verdadera transición en Cuba
No se pueden eliminar las cuentas públicas de un borrón, ni puede licenciarse a un ejército de la nada, ni es posible anular «de un golpe» todas las leyes y sacarse de la manga una Constitución y pretender que funcione. Tal secuencia no traería la «restauración de la democracia», sino la extinción del Estado cubano.