Cambiar para seguir siendo: discurso del fraude en Cuba
Con los discursos de la descentralización, el emprendimiento o el diálogo, el régimen intenta, a través de sus voceros oficiales u oficiosos, construir agendas intelectuales que simulen reformas, mientras preservan los elementos que constituyen el núcleo de su poder. Son operaciones de distracción, diseñadas para encauzar la atención pública hacia cuestiones importantes, pero no esenciales, y alejarla de las transformaciones estructurales que el país necesita.
El blindaje antidemocrático del sistema político cubano
Lejos de ser el soberano, el rol del pueblo se reduce al de espectador en el gran teatro de una hipotética «democracia socialista», pues no dispone de herramientas reales para incidir en las decisiones que afectan su existencia. ¡No es casualidad! Es resultado de un diseño meticuloso y progresivo para garantizar el control absoluto del poder.