El gran opositor: ¿Qué no le perdonan a Aureliano Sánchez Arango?
En el reacomodo de la historia republicana llevado a cabo después de 1959, la figura de Aureliano Sánchez Arango ha cargado con una buena parte de tergiversación y descrédito.
En la entrevista anterior realizada a Lela Sánchez ―socióloga, residente en Cuba― este entrevistador concluía con la pregunta: «¿Qué no le perdonan a Aureliano?». La misión de la vida de mi entrevistada ha sido limpiar de falsedades y calumnias el nombre digno del gran opositor de la República, su padre, Aureliano Sánchez Arango.
-I-
Papá era una figura muy reconocida del gabinete de Carlos Prío, que fue el último gobierno democrático que existió en Cuba. Al respecto hay que decir que Fidel tuvo una relación muy cercana a Prío, recordemos que fue este quien dio el dinero para comprar el yate Granma. Al principio tuvieron una relación estrecha, hasta de amistad, Fidel inclusive visitaba La Chata, la finca de Carlos Prío. En la medida en que el gobierno fue asumiendo otro camino, se va alejando todo el mundo, empezando por Carlos Prío y Antonio Varona, quienes se marchan de Cuba.
Por otro lado, papá fue una figura bastante prominente, atacarlo era una manera de denostar a la República; lo cual fue un objetivo del gobierno luego de 1959: desaparecer todo lo bueno que se hizo antes, y plantear que Cuba había empezado con el triunfo de enero.
Una de las formas de llegar a ese criterio, o de defenderlo, fue atacar a papá. Fíjate que a Carlos Prío prácticamente no se le critica en este país. Incluso, José Manuel Alemán, que fue el gran ladrón de los auténticos, el gran ladrón de la República, apenas es mencionado en Cuba, pocos lo conocen a pesar de que fue ministro de Educación y se llevó el dinero en maletines por el aeropuerto. De ese señor no se habla, se acusa siempre a papá.
Otro punto importante fue la polémica con Eduardo Chibás. Recordemos que la mayoría de los dirigentes de la Sierra y del Moncada provenían de la juventud del Partido Ortodoxo y tenían como líder a Chibás. La polémica comienza cuando este acusa a papá de ladrón, después de que papá lo acusara de maltratar a los obreros en su finca y de manipular el precio del café.
Entonces Chibás incrimina a mi padre de estar erigiendo un reparto residencial en Guatemala. Hay que empezar por decir que en aquel momento el país Centroamericano tenía solamente dos grandes ciudades: Guatemala y Antigua. El nivel de sus edificaciones y asentamientos era bastante bajo y no contaban con el desarrollo arquitectónico de las grandes urbes.
La razón por la que escoge Guatemala para una acusación, que además mantiene hasta el final, es elemental y tiene mucho que ver con el nivel de información que el líder ortodoxo manejaba sobre los asuntos del gobierno.
Papá realizó una serie de viajes hacia aquel país, y en una ocasión lo hizo acompañado por Carlos Prío. Uno de ellos fue efectuado de madrugada, pues no contaban con permiso del Senado y del Congreso, porque el presidente Arevalo había pedido ayuda ante la amenaza de un golpe de Estado organizado por la CIA.
El presidente guatemalteco tenía una posición encaminada al desarrollo de la nación y de los intereses nacionales, lo que iba en contra de la United Food Company, que era dueña prácticamente de toda la economía. Ante esta situación, papá fue el enlace entre el gobierno cubano y el gobierno guatemalteco para buscar y materializar esta ayuda, que se produce mediante el envío de armas.
Aureliano Sánchez Arango, ministro de Educación de Cuba, y Juan José Arévalo, presidente de Guatemala.
De todo ello queda constancia por un piloto que murió con los grados de general en Cuba. Su nombre era Enrique Carreras Rolás. Le pedí una entrevista cuando estaba escribiendo mi libro, pero no me la quiso dar aludiendo que necesitaba de la aprobación de Raúl Castro para hacerlo. Sin embargo, utilicé una entrevista que le había dado previamente a Luis Báez y que aparece publicada en «Secretos de Generales», en la que habla del viaje que hizo como piloto llevando armas a Guatemala.
Volviendo a la polémica, sucede que, en medio del asunto, Chibás cambia la acusación del supuesto reparto residencial por la de un emporio maderero en Guatemala. Las razones son elementales, pues Carlos Prío tenía un cuñado, Enrique Cotubaná Enríquez, que era de origen dominicano y estaba involucrado en la lucha contra Trujillo en Santo Domingo, y, para trasladar las armas que emplearían en la acción, utilizaba un barco maderero de bandera guatemalteca que se llamaba «El Quetzal», en el cual había, por cierto, dos marineros cubanos.
Chibás, que conocía esta historia porque estaba muy vinculado al movimiento antitrujillista en Cuba, pensó que haciendo la acusación del emporio maderero en Guatemala iba a lograr que Prío parara la polémica. En ese caso no solo vinculó a papá, sino también a Carlos Prío, al presidente Arevalo y a Osegueda, entonces ministro de Educación; aunque ―según sostenía― el dinero, por supuesto, se lo había robado papá.
El hecho es que Prío no intercede, no se da por enterado y no detiene la polémica, que continúa hasta el 5 de agosto, fecha en que Chibás decide hacer un acto público ―yo diría que histriónico―, y se dispara. Era la segunda vez en su vida que intentaba, mediante un balazo, conseguir un objetivo concreto. El hecho ocurre en la estación de radio donde tenía su programa dominical. Allí se dispara en el bajo vientre, que no es el lugar más adecuado, pienso yo, para suicidarse.
Fue llevado al Hospital clínico quirúrgico, actual Neurológico, donde lo operan exitosamente. Al parecer, no tendría dificultad alguna para recuperarse. No obstante, unos días después, cuando ya está comiendo, conversando con la gente, recibiendo visitas, etcétera, le aplican un anticoagulante que en Cuba no se conocía bien. Lo hacen por temor de que, al ser una herida en partes blandas, pudiera haber un coágulo. Lo mata justamente este anticoagulante, porque le ponen una dosis inadecuada.
Aquello fue una cosa escandalosa, muy conocida, y papá, por haber sido su oponente, sería desde entonces el centro de las acusaciones contra la República, pero, específicamente, contra el último gobierno democrático que existió en Cuba.
No creo que estas razones respondan tu pregunta totalmente, pero son algunos puntos a tener en cuenta.
En primer plano, de izquierda a derecha, Alfredo Sainz, Raúl Roa, Enrique Camejo y Aureliano Sánchez Arango.
-II-
Tras la muerte de Chibás, papá continúa un breve tiempo en Educación pues, en octubre de 1951, Prío lo nombró ministro de Estado y el Ministerio de Educación fue dirigido por Félix Lancís.
Una de las cosas que más me llamó la atención del trabajo de mi padre, fue que bajo su dirección se hizo, por primera vez en el Ministerio de Educación, un presupuesto. Ese ministerio cobraba y funcionaba sin presupuesto. Y tengo la impresión de que el país entero, el gobierno entero, operaba sin un presupuesto establecido. Papá puso en vigor, por primera vez, un presupuesto dentro del Ministerio de Educación.
En ese tiempo Trujillo intercepta a «El Quetzal», aquel barco maderero, y caen presos los dos marineros cubanos de la tripulación. Correspondió a papá, como ministro de Estado, presionar desde la OEA, o desde la ONU, no recuerdo claramente, hasta que logró que Trujillo los liberara.
Mientras estaba en el cargo se produjo el golpe de Estado de Batista, en 1952. Papá, mamá y yo nos asilamos en la embajada de México, aunque el único que se fue de Cuba fue él. Partió un 13 de marzo, junto con Prío, Mary Terrero y familia, y otras personas más, también asiladas en dicha embajada, entre las que recuerdo a Segundo Curti, Artigas, Marisol Alba, Rafael Trejo padre, etc.
Menos de dos meses después, el 8 de mayo del 52, ya estaba mi padre en Cuba en condición de clandestinaje, empezando a crear la Triple A. Es importante que te explique la razón por la que esa organización se llamó así. En primera instancia, porque papá no quiso utilizar el nombre de la Organización Auténtica (OA), que existía desde la década del treinta; y no quiso porque su objetivo no era fundar una organización para luchar contra Batista que fuera exclusiva de los auténticos, sino de todo aquel que quisiera combatir la dictadura.
Por tanto, le llamó AAA, que correspondía con el nombre de una agencia automotriz que atendía a los automóviles American Automobile Association. En Cuba existía una sede, cuyos carros tenían un logo de AAA en el parabrisas trasero. En fin, era una forma de que estuvieran haciéndole propaganda a la organización, sin tener que gastar un kilo en eso. No hay ninguna otra interpretación respecto a las siglas de la organización que sería conocida como Triple A.
Durante el período de la insurrección papá tuvo varios incidentes bastante graves, en dos ocasiones, que yo recuerde. Una vez naufragó; y en otra oportunidad, un accidente aéreo casi le cuesta la vida. Tuvo además dos encontronazos con la policía: uno en casa de Amador Odio, en una calle cercana al río Almendares; y otro en casa de Solís, en el camino que va desde el Náutico hacia La Muñeca. En ambos casos la policía lo detectó y hubo intercambio de disparos, pero siempre logró salir ileso.
Finalmente, debió asilarse en la embajada de Uruguay para evitar la captura de unas armas de la Triple A que estaban escondidas en un hueco en casa de Paquito Cairol. Se asila para evitar que sigan buscándolas, y así poder salvarlas.
Luego comienza un periplo de dos o tres años al final del cual logra conseguir armas y el barco necesario ―que iba a ser «El Nelva»―, para traerlas a Cuba. Las armas fueron entregadas por Pepe Figueres, quien cuando estaba por terminar su período como presidente de Costa Rica, desintegra el ejército. Las armas que tenía las dividió en tres grupos: una parte la entregó a los que ya integraban una Organización Auténtica (O.A) y que fueron en realidad un desprendimiento de la Triple A; otro grupo se lo dio a la Sierra Maestra, a Fidel; y el último lo entregó a la Triple A.
Las armas fueron distribuidas en cantidades y tipos iguales. Entonces, desde la finca de Pepe Figueres, donde había una planta de radio, papá se comunica con Fidel y acuerdan un intercambio de armas. Le entregaban a Fidel las que tenían más utilidad en la Sierra, y Fidel le daría a él las que eran más útiles en condiciones de la ciudad.
Pepe Figueres, quien siendo presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República de Costa Rica, abolió el ejército de ese país en 1948. (Foto: Archivo LN / cortesía de Presidencia).
Papá tenía un avión apalabrado para traer las armas hacia La Habana, pero, entre él, Figueres y los compañeros del 26 de julio, deciden darle prioridad a Fidel porque estaban peleando ya en la Sierra Maestra.
Esas armas vinieron en un avión, con Hubert Matos al frente del grupo y con Pedro Mirét prácticamente detenido. Cuando llegan a Cienaguilla el avión se desintegra, pues el lugar era muy inadecuado para el aterrizaje. Se aterrizó ahí a pesar de que Hubert le había sugerido a Fidel hacerlo en dos o tres campos ubicados en la zona de Manzanillo, que reunían mejores condiciones para ello y que además era una zona muy bien conocida por Matos.
Fidel decide que no, que era en Cienaguilla donde quiere que aterrice el avión; como resultado, la aeronave se «desguabina» y la tienen que quemar, pues quedó inservible. Entonces papá tuvo que buscar otra forma de llegar a Cuba. Contactó primero con un barco, que se deshizo en el mar, y luego con un segundo: «El Nelva», que no arribó hasta enero del 59. Pocos meses después de esa fecha, se integra de nuevo a su cátedra de Legislación obrera en la Universidad de La Habana.
Mientras desempeñaba su labor docente, se convoca en Caracas, Venezuela, una reunión de la organización Pro Democracia y Libertad, aquel Comité creado en La Habana en su etapa como ministro de Educación. Entonces viaja, en calidad de vicepresidente de la organización, a participar en la reunión. A la cual, por cierto, también acudió Ricardo Alarcón en representación de los estudiantes de la Universidad de La Habana. En el cónclave, Alarcón defendió acríticamente a la Revolución, lo que contrastó con la posición de Papá, que hizo varias críticas acerca del curso de los acontecimientos.
Debo aclarar aquí que papá siempre tuvo una posición de izquierda, de la izquierda de antes. A mí me duele la falta de prestigio y el descrédito que tiene la izquierda actualmente. Mi padre siempre tuvo una posición digamos, muy, muy de desarrollo, de tratar de salvar todos los escollos y evitar por todos los medios las posiciones reaccionarias. Esto lo llevó a cabo siempre, lo mismo como ministro de Educación, que antes, cuando luchó contra Machado; o después, cuando luchó contra Batista.
Cuando papá regresa desde Caracas, en el aeropuerto lo estaban esperando, y se produce lo que yo digo es el primer acto de repudio que hubo en Cuba. Fue protagonizado por los estudiantes de la Universidad de La Habana, enviados por Rolando Cubela. Además, en el propio aeropuerto le hicieron un atentado fallido, en el cual hieren a un individuo que estaba ahí, pero papá sale ileso.
A partir de ese momento decide marcharse nuevamente de Cuba. Se asila ―creo recordar que fue en la embajada de Argentina, aunque no estoy totalmente segura― y se va en mayo de 1960 rumbo a Estados Unidos, donde participa en una organización que ha creado allá Tony Varona. En esa organización permanece durante unos meses, hasta que se percata de que en ella estaba metiendo la mano la CIA. Se preparaba la invasión a Bahía de Cochinos.
Retalhuleu fue uno de los campos de entrenamiento en América Central para los cubanos que vendrían en esa misión, y aquello era un verdadero desastre. Papá lo denuncia públicamente. Hay un escrito suyo en el que habla de que lo que está sucediendo allí no es serio, y de que además están explotando a las personas que se encuentran en el lugar. Lo denuncia incluso a Kennedy, quien acababa de tomar posesión de la presidencia. Pero bueno, vino Girón y ya es sabido lo que ocurrió. Por lo que puedes ver, papá era un individuo muy difícil, esto lo denunció públicamente.
Luego de 1961, continúa residiendo en Estados Unidos, dando conferencias y haciendo una serie de trabajos para sobrevivir. Se vincula además con las misiones en Washington de Acción Democrática, que estaba en el gobierno en Venezuela, y con la de Costa Rica después, donde nuevamente había asumido Pepe Figueres como presidente. Asimismo, laboraba como inspector de escuelas en Miami.
Haciendo este trabajo enferma, y le llega la muerte el 23 de abril del año 1976.
Cuando papá muere, los venezolanos de Acción Democrática pagan el entierro porque la familia no tenía dinero para ello. Hubo varios discursos en la despedida de duelo, el último fue el de Pepe Figueres, que viajó a Miami expresamente a las honras fúnebres. En sus palabras dijo que ese había sido el quinto exilio de mi padre. En cada ocasión en que he viajado a Estados Unidos, visité dos veces su tumba: la primera para decirle que llegué; la otra para despedirme.
Mi padre fue un tipo muy especial, difícil, poco abierto al bonche cubano, al choteo. Muy serio, demasiado serio y austero, demasiado cerrado.
-III-
Del otro lado del Atlántico, desde su exilio en Madrid, el entrevistador empatiza, cavila, sobrepiensa… busca un modo de profundizar en la figura de Aureliano. Toma el teléfono y escribe: «Lela, cuénteme de su gestión como Ministro. De su labor en pro de la cultura y la educación».
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Imagen principal: Caricatura que aparece en la caratula del libro La polémica infinita: Aureliano vs. Chibás y viceversa, de la autoría de la entrevistada.