
La verdad histórica puede tener una posibilidad de salvarse de tanta ignominia
Los derechos a ser libre de este pueblo, nunca estuvieron más en crisis que en el período que comenzó a principios de los años sesenta. Machado y Batista fueron unos «infelices» que huyeron en sus últimas etapas sin saber que podían haberse eternizado en el poder solo con auto calificarse de «socialistas». Para eso tenían que haber sido genios con barba.