«El caso Gil». La defenestración que salió mal
Lo extraordinario en el caso de Alejandro Gil es que, por primera vez en décadas, un defenestrado se niega a asumir la culpa y exige transparencia, desafiando la lógica totalitaria que hasta ahora había garantizado el silencio y la sumisión. Todavía no sabemos cuál será el desenlace, pero sea lo que fuere, las fisuras quedan expuestas.
Las cortinas del poder...y las nuestras
Cuando el grupo que de verdad dirige la Isla abre tantas puertas a la vez, ello indica que piensa escapar por alguna. Y escapar no significa abandonar el poder, sino mantenerlo bajo otro rostro, como Arya Stark en Juego de Tronos. La destrucción del país, dramática, pública y notoria en las provincias orientales tras el paso del huracán Melissa, parece obstaculizar esa escapatoria.
La renuncia imposible
¿Qué viene ahora? ¿Apagones interminables? ¿Falta de agua, de gas? ¿Menos alimentos todavía? ¿Volver a las cavernas? ¿Qué se hizo del futuro luminoso que nos esperaba después de un eterno «presente de lucha»?