
La luz que intentan apagar: carta abierta de Ricardo Figueredo Oliva
Yo no soy bienvenido a trabajar en Cuba. La presidencia del ICAIC y la dirección de la Escuela Internacional de Cine dejan a las claras que no es cierto lo que asegura el presidente Díaz-Canel cuando afirma que todos los cubanos pueden volver a trabajar y levantar el país.

«Nuestro cine no puede ser libre, si continúa preso el espectador»
La decisión del tribunal sobre el caso del documental «La Habana de Fito» sienta un nefasto precedente que coloca a todos los artistas y creadores cubanos en una posición de vulnerabilidad, pues su obra (terminada o no) puede ser exhibida o compartida en un espacio público, sin contar con su anuencia.

Juan Pin Vilar: «El deterioro ético generado por el hambre y el silencio es más fuerte de lo que imaginé»
Esta Asamblea de Cineastas tiene la altura intelectual y cívica de salirse del cerco gremial y apoyar nuestro derecho a expresarnos como ciudadanos, sin ser juzgados o expulsados por ello. Sencillamente, Cuba vive uno de esos momentos de su historia en que filmas la calle o la calle te filma a ti.

«La Habana de Fito no se creó para que fuera bandera»
El documental es un homenaje a las personas que han aportado verdaderos valores. Qué se olvide para siempre el nombre de los que dirigen la cultura, que son, no quepa la menor duda, unos delincuentes.