
Nuevos andamios para enfrentar la miseria estructural
La Constitución de 1940, como recordaba Yulieta Hernández Díaz en un post reciente, fue descrita por el historiador Raúl Roa como «el resultado de dos impotencias: la de la derecha y la de la izquierda. Ninguna de las dos se pudo imponer». Aquel impasse derivó en consenso. Hoy, la parálisis institucional podría abrir paso a un nuevo pacto, no entre élites ideológicas, sino entre actores económicos, cívicos y comunitarios desde abajo.