La compañera Castro y yo
Cuando desde el poder se habla de perfeccionar la enseñanza de la historia, lo que se espera es dinámicas que potencien la docilidad del alumnado, sin cuestionamientos ni preguntas incómodas. La historia como ideología o como parte del trabajo ideológico; borrar la memoria, sobre todo del período republicano, o reducirlo a algunas etiquetas. La enseñanza de la historia como adoctrinamiento.