De cara al sol
Recorrer La Habana nocturna es similar a rasgar la dermis y hurgar en las entrañas de un cuerpo descompuesto. Una travesía en la que no es necesaria precisión quirúrgica para develar las imágenes de un país destruido en su estructura.
Recorrer La Habana nocturna es similar a rasgar la dermis y hurgar en las entrañas de un cuerpo descompuesto. Una travesía en la que no es necesaria precisión quirúrgica para develar las imágenes de un país destruido en su estructura.