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Declaración de la Junta Directiva de CubaxCuba Laboratorio de Pensamiento Cívico

En el día de hoy se han producido protestas populares en diversos puntos de Cuba en las que se evidencia el desespero de la población ante los gravísimos problemas que han convertido su existencia cotidiana en una lucha sin esperanzas por la sobrevivencia.

A la escasez crónica de víveres se le han sumado interminables horas de apagones, afectaciones en el sistema de transporte, además de que los ingresos por el trabajo son insuficientes para adquirir bienes y servicios de primera necesidad. 

El gobierno -a través de la cancillería- ha reaccionado, por una parte, acusando a Estados Unidos de “intentar desestabilizar a Cuba, aprovechando la situación crítica creada por seis décadas de bloqueo, incitando a la violencia, el malestar social y perturbar la paz” y por otra, enviando camiones de comida a los lugares en los que se han producido las protestas. Ello ilustra hasta qué punto subvaloran las legítimas razones de las exigencias de la población frente a la nefasta combinación entre inmovilismo e incompetencia gubernamental para afrontar la crisis multidimensional y estructural que sufre la Nación con medidas efectivas dirigidas a evitar el acelerado deterioro del nivel de vida de la población al punto de que están en entredicho las condiciones más elementales de supervivencia. Mientras tanto, despliegan a las fuerzas policiales y paramilitares que el 11 y 12 de julio de 2021 se llenaron de ignominia reprimiendo al pueblo desarmado.

CubaxCuba Laboratorio de Pensamiento Cívico, como parte del pueblo cubano, reclama el derecho a la protesta pacífica que reconoce la Constitución de la República de Cuba; exige que no se reprima a quienes protestan; y exhorta a los dirigentes del país a asumir sus errores con coraje y responsabilidad, evitando culpar a otros, si es que desean conservar la escasa credibilidad que les queda. 

El modelo económico, político e institucional que existe en Cuba está en una crisis general y es incapaz de sacar al país de la depauperada situación en la que se encuentra, por lo que es hora de que sea la ciudadanía y no un grupo de poder quien decida el camino a seguir de forma democrática y participativa, haciendo valer la condición de soberano que le reconoce la Constitución al pueblo.